15 oct 2021

Mi paciencia.

Es innata. Y volverá, junto con el control de la ira y las emociones perdido.

Por eso soy peligrosa para según quiénes.

Soy la hormiguita.

La ola que vuelve, a erosionar y horadar la roca, poco a poco. 

El alisio que sopla el jable de los valles y lima las cumbres de basalto.

Lento, progresivo, suave. Llegará y el tiempo es mi amigo. No tengo problema con el largo plazo. Mucho más me produce desasosiego la inmediatez. Las palabras vertidas sin pensar antes, no son lo mío. No lo eran, al menos.

Esa es la razón de fondo de mi aversión al antro.

Hay sitios en Internet, muchos, creados para favorecer las pulsiones primarias.

Y desde luego que los portales porno no son, ni de lejos, los más perniciosos entre toda la oferta de "clickea y vive tu realidad paralela" que puebla las redes.

Mis seguidores vienen de a poquitos y por razones obvias, -mis tetas,- en una gran mayoría. Y eso me hace feliz y me ayuda a detectar a los que se cuelan con subterfugios e intenciones chungas, de entre todos los demás. Mi método. Personal pero muy transferible. Si lo que quieres es dormir tan a pierna suelta como lo hago ahora. Vive entre gente sincera, de verdad, auténtica. Rechaza lo demás.


 [Breve post, escrito sobre la marcha y de manera espontánea, saliendo de allí, de escribir hilos que espían, para traer la reflexión a donde debe estar: en mis Memorias de la Red.]