31 ago 2022

Frente a frente.

 El chocolate, como sustitutivo del sexo. Siempre has pensado que no, ni de cerca. Sin embargo, cuando aún no eras ni consciente de ello, lo sustituiste.

Cuán estimulante era el trabajo, cuando dando rienda suelta a la capacidad de expresión por escrito, ponías los puntos sobre las íes a los abusones pudientes, valga la pedantería... 

Ayudar a otras personas para que sus derechos no sean pisados. No solo era bonito: era la realización profesional ansiada.

Y por eso el objetivo, antes de que la enfermedad se cruzara y lo malograra, estaba claro: Superiores a distancia para poder ganar autonomía con un título y dar el salto a sala.

<<Ayer, después de comer juntos con mambitas en un restaurante fast food. Ellas distraídas de nosotros, jugando en el parque ludoteca exterior. Nosotros, su madre y su padre, con un café, sentados... frente a frente. Escuchar que reconoce errores pero ver que se encuentra lejos aún de su objetivo. Alguien con la autoridad necesaria le habla para que afronte de cara los problemas, sin excusas. Y eso es bueno. Pero no canto victoria, el camino es largo, hay bastante andado pero queda un trecho importante. Ellas a salvo, siempre en mente.>>

Ahora los objetivos son otros. Forzosamente, con las vidas separadas, han cambiado.

El sustitutivo de antaño, cuando se empezó a joder la relación afectivo sexual y el trabajo era todo, de casa y de la ofi, ha de regresar. Para una misma. Empoderarse alzando la voz y escribiendo sobre los atropellos de sus propios derechos, ahora.

Anticipar el golpe. De cara, frente a frente, cuanto antes. Si eso es una virtud incuestionable, se acabó ocultar las cartas. Y si no lo es, también el golpe de la realidad en la cara es necesario.

<<La integridad es valiente y muchas veces se bate en soledad.

La mezquindad gregaria y cobarde, de puñalada por la espalda entre la multitud.>>


Sigue tu camino. Habrá más ocasiones en las que el Rey Destronado se llegará hasta ti para reconocer más errores, que no todos los cometidos, Momo.

Porque la felicidad es posible con la inestimable ayuda del amor de las mambitas, pero la plenitud es inalcanzable.


25 ago 2022

Trabada. Memorias de Momo (XIX).

 Una y otra vez, continuamente terminar el día con esa insatisfacción.

Por las noches, acostada en el lecho de su mundo particular y rebuscando en la mente historias que contar y anécdotas que relatar, lo primero en lo que pensaba era en la jornada recién terminada. En la faena, de la casa y del curro. Un bucle, un ciclo, siempre ese sentido rutinario de la vida del asalariado, con los horarios programados por un cuadrante de tiempos laborales, de descanso entre medias y días libres. En ese sector del carajo, otra vez. 

Paciencia...

<<Pude ver lugares bonitos♪♫
Pude imaginarlos contigo♪♫♪ >>

Recuento de semanas. 

Faltan setenta y siete días para abrir de nuevo, a ver qué pasa. Ahora el lucro está congelado, en los más fieles que saben del trayecto, de la necesaria autoprotección. Pero un año como terapia de choque es un periodo de tiempo más que suficiente para el entrenamiento. Como con los alérgenos, es igual. Restringir exposición totalmente. Y obviamente uno de los efectos es que te acostumbras a buscar trazas y a prescindir de ellos.

Analogías pasadas y venideras, que ayudan a sortear las trabas. Una experiencia anterior, similar por algún factor que se repite. Darle un par de vueltas y aplicar la misma solución al nuevo conflicto. Ensayo y error. Aprendizaje. 

<<Come miga de pan y bebe agua, para pasar la espina de la sardina...>> 

Mirando a las mambitas crecer ve el tiempo irse, también. 

<<Las trabas del pelo que ya no usan y las que volverán a usar en breve, cuando con la edad del pavo empiecen a arreglarse para gustar y ligar, en las primeras y arriesgadas exposiciones de su corazón a las relaciones amorosas. A vivir, a nadar, pececillos.>>

Y Ella, Momo, Reina de la historieta, en espera. Expectante y sola. Tranquila y sola, peligrosamente sereno es este estado, cómodo, aunque frío por las noches, piensa. 

Cómoda y libre...

Amada a diario, colmada en eso.


Cómoda y libre. De llevar a su cama a quien quiera que le apetezca, si hay reciprocidad. 

Traba que quiere a uno en su cama que le daría muchos dolores de cabeza...

¿Otra vez? Noooooo. 



 

20 ago 2022

Bajamar.

 Y que no te trague la marea, saca la cabeza, trata de respirar con calma, nada ahora...

<<Ya ha sucedido lo que más temías: he hecho aparición de nuevo, de la mano del estrés que te provoca la inseguridad en lo que estás haciendo, porque has sido permeable a lo que no debes. Sí, la crítica destructiva, con un fin, además, que es el centro de tu lucha: permanecer ahí o no...

Holi, soy tu amiga ansiedad, jajajajaja. Acojonada te tengo, Momo. Ya estamos con los lloritos, eso no te va a servir de nada, idiota. Y encima te quitas el caparazón, cuando te rompes, ¡te ve todo el mundo en un estado lamentable!>>

Bah, lo llevas claro, Dark Mamba. Ya sé que eres producto de un conjunto de factores, te racionalizo, tienes los días contados. Es más, el espectáculo de estos días atrás, sé cómo explicarlo de manera asertiva, veo una lucecilla en el cruce. Hay personas receptivas a la información que puedo aportar y confiadas en que puedo aprender más. 

Es una brecha, sin lugar a dudas. En la cáscara de desconfianza en los demás que me envenena la vida por vía de una cruel enfermedad. Tener miedo continuamente. Y tener que recorrer unos cuantos kilómetros en coche a diario para ganarme el pan, en vías atestadas de turistas despistados y viendo ambulancias en los arcenes para socorrer los frecuentes accidentes, no ayuda, no.

Pero voy dando pasos, racionalizo, respiro. No quiero volver a las pastis porque otra vez me joderían el sueño, ya que no lo perdí por estar poco cansada al final del día, precisamente. 

<<Todas las cosas que vas aprendiendo de mí, de ti, porque soy yo analizada por ti, en esta misiva intermareal, te ayudan a superarme y a crecer, madurar, aunque no lo quieras ver nada más que cuando estoy yo. Necesitas que vuelva para ponerte en tu sitio. Por eso cada vez son más duras las recaídas, porque crees que ya no pasará...>>

El autoritarismo del "quien bien te quiere te hará llorar" lo tengo muy calado ya. Es ese machacón mantra del que discrepo tantísimo que me mantiene alerta contra el ramalazo rancio. Para lo de la autocrítica. Porque sí, efectivamente eres mi yo chungo, mi Hyde. Y habrás de estar a raya para no ganar este set. Si racionalizo y te cuento en un diálogo de un post del blog, es porque sé cómo asegurarme el colchón, antes de la caída. No, no son más duras cada vez.

Para nada es así.

Punto de tie break, al resto: Mamba Verde

Sacando: ANXIETY Dark Mamba.


<<Veremos si le sale el punto directo, hoy a las cenas, en el resort sin niños, mientras a las mías las acuestan otros>>


 

19 ago 2022

Una chica como ella en un sitio como ese.

Más tiempo sin ti que contigo. Más de un cuarto de vida fuera de la aldea natal. 

Hay un claro de luna en el bosque, se está conformando con resplandecer, no hay más nada que otro tipo de luz, distinta a la del entorno, que aporta un matiz nuevo. 

Ahí vas, sentando las bases en las nuevas relaciones personales que se den en el camino. Poniendo contexto a las conductas disruptivas, explicando los porqués, la causa de la mecha que prende, cómo funcionan tus emociones difíciles de gestionar. Primero para ti, luego para el resto. Dejar cristalino ese dato concreto: 

<<Más putas las paso yo, güey, déjate de hostias, aunque yo no supiera que soy insoportable, ya os encargáis de hacérmelo sentir continuamente>>.

Ronda el pensamiento de que muchas veces las personas a las que no agradas se encargan de joder las relaciones que sí te aportan mucho y bien con otra gente con la que congenias fácil. Y así llegas hasta Él. Te has sorprendido sopesando un nuevo trabajo para que no sea incompatible conocerle mejor. Más. Que te lo quieres follar, vamos. Y mientras trabajéis juntos en ese antro de mierda, ni de puta coña. Porque sabes que antes de empezar, si es que la posibilidad surgiera, ya estaría abocado a terminar muy mal. Pero que mucho. En trauma y por cuestiones ajenas a los dos. La intuición no falla en este caso porque tú te entregas, por superficial que piensen quienes no entienden lo que es la capacidad de amar con esa intensidad a más de una persona. Y con la entrega del alma leal va en el pack la fiereza de la leona que defiende al objeto de su deseo. 

Tal y como se desarrollan los acontecimientos llegando al cuarto mes, si se diera un error de esa magnitud, volarían los puñales. Está cantado. Y también, tras este tiempo transcurrido, que apenas has discutido con él un par de veces. La primera fue una bobería. Pero la última ha sido bastante más seria, porque hay más implicados. De nuevo esto se relaciona con tu resiliencia. Cuatro meses en un antro infecto...

Algo te retiene. Por supuesto lo primero es la búsqueda incansable de estabilidad de ingresos para proporcionar bienestar y cubrir las necesidades de las mambitas.

Pero cuatro meses son también idóneos como experiencia cualificada en el currículo que te abre nuevas puertas y te facilita salir por otras.

Ese influjo existe, desubicada. Está ahí. Algo te retiene porque además es verdad que conoces personas interesantes a menudo y estableces relaciones pasajeras con huéspedes encantadores, que repiten café y te dejan cariñosas notas cuando se despiden. Y propinas.


<<Pero que lo mandarías a la mierda todo, si no fuera porque alguien tiene un poder remoto sobre tu freno, sirena varada de Ribera del Duero...>>


 

18 ago 2022

No nacen.

 Bandazos otra vez. Entre la capacidad de superación de los seres humanos y la visión del ocaso de las especies en el horizonte cercano.

<<Me miras♪ pero no me ves...♪♫>>

Baja natalidad y resorts sin niños. Hasta aquí hemos caminado, de la mano de la deshumanización que supone marginar a la infancia. Tanto como discriminar a la inocencia. Naturalizar que la igualdad de sexos es que dos metan sueldo en casa y los niños los cuiden otres. Si los cuidan... Fue obligado porque el capitalismo en vena trajo consigo la necesidad de esos dos sueldos para llegar a fin de mes. Y así fue calando, se "normalizó" en las democracias socio-liberales. Hoy por fin hay gente que ve que con uno se puede hacer si alguna de las dos (o taytantas) personas se queda en casa... responsablemente. Ese es el pero y donde nos queda mucho por hacer y caminar. Sin embargo hay margen aún para el optimismo. La gente regresa a las zonas rurales a hacer turismo, tras la pandemia. Algo bueno.

No nacen porque es terriblemente duro ser madres y/o padres, sin estabilidad laboral y económica. Es una de las cuestiones vitales en que no es necesario ponerse a ello para comprobar. Porque si es penoso currar para a duras penas mantenerse une, teniendo que recortar en gastos de todo tipo, necesarios incluso, por los bajos sueldos y la carestía del metro cuadrado de nido donde te metas, la luz y el agua (y el gas, la gasofa y lamadrequeloparió), cualquiera puede prever que más doloroso será tener que quitar a tus hijos de un filete, llegado el caso.

Pero además esta ola de insolidaridad asociada a la precariedad extrema llega al punto de estigmatizar a la prole, restringiendo su acceso cada vez más, valorando su presencia en la res pública como molesta. Establecimientos en los que no se admiten menores se prodigan como atractivo añadido en sus comerciales y promoción de su oferta. La tranquilidad del resort, solamente interrumpida por las bravuconadas de un turista rico pasado de alcohol violentando sexualmente a una camarera que le pone los daiquiris de fresa en su hamaca de la piscina. O también cuando el camarero del bar coctelería tuvo que sacar anoche a aquella "Spice Girl de Oro" del hall de recepción porque estaba tomada y se empezó a despelotar en vivo y en directo. 

Pero luego "NIÑOS NO".

<<Y así, en estas estamos.>>

Dentro de un mes serán cuarenta y cinco veranos pisando el Planeta, Doña Mamba.


<<Veintitrés cumpleaños sin Ella, G.M., serán.>>


 

11 ago 2022

Herencia.

 Pero toda. La que está en esas instantáneas de los noventa, yendo en familia a Laredo, siendo la Flor un bebé. Sus posturas. Sus ojos. Sus piernas y sus manos. La boca, con la mala salud dental incluida. Su rigidez para ciertas cosas, su maleabilidad para otras.

El puro nervio, también heredado, la endiablada rapidez. La inteligencia para resolver, que era decisiva y de la que ella no era plenamente consciente, sigo creyendo. Siempre los logros académicos o que destacaran sus hijos en algo era por papá, si te preguntaban por nuestros progresos.

Vivir con esto. Con la duda de qué te pasaba por la cabeza, cuánto callaste, cuánto no.

La herida no cierra porque tu hija se resiste a que pasen página sobre ti quienes no deben.

Es mi corazón, mamá, que me dice que está mal, que así no lo harías tú en caso de faltar otre a la mesa. Y que pensarías en tus nietas, la prole. El techo estable que no tuvimos, ese es el peldaño a escalar.

Treinta y dos años de esa fotografía, de pie en Los Tornos, con camisola playera y doblando la pierna coqueta. Recién parida, menos de un año atrás, la última del clan. La Tercera Serpiente. Tardarían aún otros veintitrés en llegar la cuarta y la quinta. 

Supersticiones ni te tocan. En nada con base aleatoria puedes creer, en los inventos, en la fantasía, ahí puede ser que sí. En los juegos con los números y el tiempo inexorable. 

El ser humano está en su ocaso, aunque las generaciones actuales aún no lo atisben. Fríamente mirar una línea del tiempo de la Evolución. Y pensar en el origen gélido mesetario y también en el Museo de tu ciudad de origen. Eso no es casualidad, sino causalidad. Todo el contexto de tus pensamientos a lo largo de una vida. Dónde has crecido, de qué y quiénes has aprendido. Para darle lógica al paisano de interior que se mete sin pensar en Famara y deja de hacer pie, siendo arrastrado mar adentro...

<<Sed felices, todo el tiempo posible. Poneos a salvo.
Nadar, ponerse a salvo, admirar la puesta de sol. 
Sobrevivan felizmente, quienes puedan.>>

A veces notar esa fragilidad. De con más de cuarenta sentirse una niña con la inocencia interrumpida de manera violenta. Explicar esa hipersensibilidad de los valles y las cumbres que se alternan, entre no ver, no saber, no entender nada del porqué te sientes así, a ganar altura para atisbar los motivos, nunca por nadie indagados y que son simiente de lo que te lleva sucediendo años y que ha marcado tu vida. Tus limitaciones para hacerte comprender, que fueron enrocando aún más ciertas posturas.

Y hoy esa niña mira a septiembre como a otra meta temporal cercana. Y piensa que necesita un diagnóstico del tipo de trastorno ya, concreto. No el trastorno ansioso depresivo sino el de personalidad. 

Estando en Castilla probablemente sería más rápido. Seguro, dentro del deterioro de las competencias transferidas, en Canarias es dramático. Por varios motivos, no solo las escandalosas esperas para pruebas y especialistas. También la insularidad afecta. Pero lo que es más decisivo es el pensamiento neoliberal rampante del archipiélago y la necesidad de pagar para saber qué tienes. 

Llevará tiempo. Muchas necesidades personales postergadas, hasta las gafas, por la precariedad extrema vivida. 


<<Queda menos, al golpito...>>


 

8 ago 2022

Siempre la misma pregunta.

 En aquellas ocasiones en las que trataba de imitar su manera de atinar con el tema musical para el momento, alguna vez, muy pocas, logró captar su atención como al contrario era tan frecuente.

Y así un día de esos de aprobación del Rey Momo por la elección del artista, dio con los huesos contra la eterna cuestión. La que nunca podrá resolver. Porque es mejor así. Sin respuesta. Porque no la hay tal y como se sucedieron los acontecimientos. Sea cual sea la explicación, la solución a esa cruel omisión de la verdad cruda, no sirve. 

Dos visiones, dos mundos irreconciliables. El empírico contra el del amor cobarde y posesivo, que frena a la curiosidad por otros seres que sumen. 

Con la yema de los dedos, son tres meses, está ahí la meta prefijada.

Quién era Momo en la vida del hombre gris que la habló un día. Y aquel "and promise me this:"

Sentencias demoledoras, Dolores encubiertos. Cefalea en la playa en tu día libre, vómitos de vuelta a casa. Sola...

Pero ya lo estabas sin estarlo, cuando enfermabas, recuerda eso. Y sin enfermar también. Cada cosa en su lugar, y la posesión del otro en su peor forma, tomando decisiones unilaterales que afectan a dos es una línea infranqueable. Así como un funesto error no detenerlo desde la primera vez que sucede.

Cuánta falta te hacen. Están disfrutando, piscina y playa, helados y caprichos estivales. Son niñas con suerte, a pesar de todo. 

Sigue tu camino, del volcán quedan ya solamente fumarolas.



Qué cansado es nadar entre rumor, chisme e infundio, ya lo habías olvidado, ese gran inconveniente de socializar en el curro por cuenta ajena.

6 ago 2022

Estropicio.

(Volviendo a ratos a la primera persona...) 

Mamá usaba esa palabra para referirse a una destrucción masiva infantil. También para el derroche o manipulación incorrecta de carnes y alimentos en general. Porque había pasado hambre, decía.

Dentro de su oscuridad, belleza. En el verbo reconocerla siempre. Esa autenticidad que destacaba. Clara, concisa, de agilidad mental relacionando conceptos para expresarlos, incluso a su manera. Con sus errores gramaticales, incluso orales. Tierna, siempre queriendo aprender y abierta a ello. Ay. 

Qué me diría. No sé. Cuando estoy en bajada porque las echo tantísimo de menos es muy frecuente que piense más en todos mis errores, aumentando también la tentación de pensar en que el divorcio es otro. Creo que Gran Mamba estaría de acuerdo en lo fundamental conmigo. Tardé, tardamos en actuar. En cambiar el rumbo de la deriva en la que navegábamos. 

<<Arrepentirse de elecciones en los cruces es lo natural en la vida.>> 

Ya está amainando el alisio, el mes que sigue a este es Septiembre. Alcanzarás la edad de ella. Alcanzarás otro peldaño más, dejarás atrás unas dudas para afrontar otras. Seguirá pasando gente nueva por el resort.

<<Las mambitas alcanzarán la edad de la Flor cuando la abuela partió. >>

Y otra coincidencia en la dimensión tiempo, otro límite, horizonte, frontera... cuando no hay otra cuestión ahora que la evidencia de que el cambio climático hará bien jodida la vida a mis hijas y nietas, si llego a verlas.

Siento mucha rabia y estoy enfadada por algo que no puedo cambiar: ser humana.

Solamente puedo intentar compensar, juntando letras, tanta destrucción del Planeta que habitamos de la que soy parte indisolublemente responsable, por los siglos de los siglos.

Y aquel grito, en imperativo, que fue mi primer blog que también, como hoy, era responsable del calentamiento con las emisiones de la conexión a Internet, queda en mi mente como nebulosa de una paradoja. Un ciclo que se cierra, de diecisiete años de duración.

Compensar el estropicio;

Ilustrar el momento desde mi angustia de agosto de 2022.

<<Hace mucho que no bailo.
Es una fase, pero la falta de sexo me pone mustia, siempre he sido así...>>

 


 Estropicio es la palabra, sí. Definitivamente.


4 ago 2022

Anti polvo.

<< Que si me gusta la música, dice... >>

Acaba de poner a reproducir su lista de favoritos. No iba a escribir, estaba editando fotos. Pero se ha acercado sorpresivamente, como tiene por costumbre, a hacer esa absurda pregunta. La enésima de intentar conversar para intimar más de lo que ella quiere hacerlo con él.

Cuántas veces en este mes, desde que empezaron con la obra, has pensado en tu padre, Momo. Cuántas veces has repetido, para tus adentros y en alto, estando sola mientras limpiabas, que os habíais muerto de hambre en la aldea si papá fuese como estos currantes. Sucios, jetas, invasivos, con exceso de confianza...

En ese punto la duda siempre es la diversidad cultural. Y como amas la sencillez y odias la doble cara, al final le terminas quitando la razón a ese pensamiento de rectitud moral judeocristofriki de la vieja Castilla. Para eso no viniste. 

Aunque el tío sigue siendo repugnante. Te mira como otres lo hacen, pero en él el descaro te parece patético. Lo malo es que detectas algo sombrío. Eso que te hace sentir alivio porque las mambitas están fuera, lejos de esas zarpas.

Sabes que es muy grave lo que tu cabeza piensa y que no debe salir para afuera si no es con absoluta certeza de que el peligro acecha. Pero eres madre, ya está. Para siempre y de por vida ese recelo aparecerá cuando haya depredadores reales o potenciales en el entorno. 

A tu vera las quieres tener, así te sientes más segura, feliz, relajada. Y aunque no siempre sea posible. Acostumbrarse a eso, bajar las revoluciones conscientemente, cuando se alejen del escudo protector de mami.

Escogido el compadre. Escogido el momento. Ni te planteabas el doble zigoto. La vida te las regaló, aún hoy no lo crees. Escogida la separación de los caminos... escogidas las vacaciones de verano separadas.

Hacia los cuarenta y cinco veranos, no ha habido noticias aún sobre lo que lleva tiempo angustiándote. Y con la larga espera, se ha apaciguado ya un poco la ansiedad, de nuevo. El trabajo, las decepciones humanas, la Flor también lejos...

<<Todo rueda y Roberto Pérez Toledo, presumiendo de diferencias en mi cabeza. Me enteré de su muerte el mismo día de la Gala de los Goya, de este 2022 y lloré a mares, por no haberlo sabido en el momento de él partir...>>

Tantas personas maravillosas que han nacido, crecido, se han desarrollado en este hábitat insular de las mambitas.

Y la sensualidad de esta isla está muy lejos de los modos de este tipo que tan mal trabaja. 


<<Ya quisiera parecerse en el blanco de los ojos a mi padre, pero como profesional, aquí, en Castilla o en Madagascar...>>

 

Las dudas infinitas. Memorias de Momo (XVIII).

 Por un lado las ganas de follar, de pegarte una maratón de encerrarse días, encelados. Por otro las implicaciones emocionales de esas maratones, cuando alguien se queda pillado por esa conexión de la química que fluye. 

Y saber el porqué fluye eso y lo indisoluble que es del buen, verdadero sexo que mueve montañas.

No, no es frecuente, ni de coña. Por eso es un drama perderlo, para quien lo ha conocido. Y un tortazo continuo tras otro, cuando se pierde y lo vuelves a buscar de nuevo. Y te desmotivas. Pasando por etapas apáticas. Las del "me toco y listo". Y no, qué va. Ni siquiera con tu desbordante imaginación. No hay nada como la piel y la humedad de la excitación del otro y recíproca. No hay duda posible en eso...

<<Pequeña, pendeja, de las dudas infinitas, que supiste por cuatro verdades en un chat que yo te amaba, como tú a mí, pero que no podía decirlo de manera explícita. Y que de esas dudas por no fluir la noche de nuestro encuentro, dejó pasar la oportunidad para vencer a la cobardía del dejar las cosas como están. A medias. Cuando el viejo rockero pedía a gritos ser amado y deseado y los ojos de alguien, quizá por última vez, entre paja y paja de sexting mañanero con una desconocida on line...>>

Siempre nos quedará Madrid, Alcobendas, Tarragona... Lanzarote en septiembre.

Que te proponen venir a follarte el mes de tu cumple, Momo, mientras pones cafés en el resort, cuando no se acuerdan de ti para nada en meses, ni se marcan un detalle. El sexo cínico no te da nada de morbo. Y sin ello no funciona, no mojas las bragas. Sin tensión o misterio, la candela pierde mucho gas. 

Dale gas para encender a Momo.

Con la paciencia y focalizando objetivos, con un tremendo esfuerzo físico y psicológico por cuenta ajena, el exhibicionismo pasa a secundario y a hobby. Absolutamente voluntario y con poco sentido del que antes tenía, se convierte en una especie de delicatessen. Expresión pura.

 

<<Bailar, otra vez, escribir otra vez. Vivir lo bello. >>

 

Sí, entonces habrá que follar piel con piel, en estos días de estar sin mambitas. 

Es verano y Momo siempre está cachonda con calor... Igual puede surgir. Como no. Igual lo busca. O quizá no.