Anoche estaba en Facebook hablando de la guerra civil con un amigo de un amigo. Salió el tema por el Pinto Monas y el otro chico que comentó primero el post, decía que teníamos que aprender de la historia porque la ausencia de partidos de centro en la Segunda República había radicalizado el espectro ideológico y apuntaba a esto último como la causa de la lucha fraticida. Yo no estoy completamente de acuerdo con esta postura, puesto que no asumo que ambos bandos tuvieran la misma responsabilidad. No ya en el alzamiento, si no también en lo que se refiere a la contribución de unos y otros a la situación convulsa que se desarrolló en el último bienio. Considero que las manifestaciones espontáneas de violencia durante la Segunda República, se produjeron por el analfabetismo de las gentes que participaron y que en este puto país, cuando hay problemas, las clases altas y el rancio poder eclesial, usea, los ppsunos, siempre lo aprovechan de manera oportunista para volver al poder. Como ahora. Como siempre. Aunque sea un análisis de andar por casa, es evidente que no hubo paciencia ni segundas oportunidades para los nobles objetivos de la Pepa. No interesaba.
Me voy por las ramas de la intención de este post. Mucho se ha dicho sobre la crisis de los treinta y de los brotes de racismo, xenofobia y nacionalismo exacerbado que vinieron con ella. Se observa con recelo, porque así pretende metérnoslo en el coco la caja tonta, como los grupúsculos de ultraderecha aumentan su poder en Europa. Barroso incluso habla de golpes militares a controlar. Cuba está en horas de prime time en los mass media. Todo esto mientras nos dicen que hemos de sucumbir a los mercados para tener una pensión tardía mañana.
Yo es que soy muy malpensada y creo que la batalla nos la están vendiendo perdida de antemano...aunque puede ser también que tengo el día individualista y optimista, porque el necio es muy salao y me envía cosas güenas para levantarme el ánimo de rojona ceniza. Hoy va y me manda esto al correo:
Gorgosh necio atalayo, asunto: La crisis.
"Ánimo! Pase lo que pase, siempre habrá una salida!"
Con este archivo adjunto:
No me dirán que no soy afortunada.