31 oct 2020

Encaje.

Y llega ese momento ansiado y visitado muchas veces en la imaginación, como en ensoñaciones despierta, en momentos íntimos con el fuego a distancia y el otro en línea, teniendo orgasmos imaginando ser suyos tus dedos. Pero que llegara ese momento en que lo hiciera con los suyos propios... Qué delicia de abandono al placer de quien sabe de tus rincones, por un mapa contado ya antes con detalle. Encaje de seda de lycra, tejidos sensuales, un body, un legging, para sentir apenas le roces. En bragas o sin ellas. Con una camiseta o un jersey. Mirarle y recorrerte una descarga por la espina dorsal. Ver el deseo una y otra vez, en esos ojos.
Veneración por su cuerpo, que te estremece ya a diez metros de distancia mientras abre la nevera, mirando su espalda, que adoras pellizcar con tus manos cuando te hace el amor follando con el encaje puesto. Sobre el sofá. O en el pasillo.

Variaciones de lugares y hablar de muchos más sitios. De dónde o con quién quisiste desde siempre. Confianza y sinceridad extrema(damente necesaria), también para enfurruñarse por estar tan enamorada que duele la separación.

Esa mirada y ese encaje de vidas de sueños y deseos. De manera de amar ardorosa hasta un punto de complicidad que hace estallar la libertad de ser; desear que todo lo que den de sí las anatomías, en superficie de contacto junto con todos los fluidos del placer, pero también en el sentido de resistencia física y compenetración en los bailes de la posesión. En la coordinación de nadar mar adentro hacia terreno desconocido; el sexo con amor, la persona adecuada, que siente ternura y deseo de la misma manera. Eso que todo el mundo debería probar, por la felicidad que produce. Estás convencida de que su escasez es el mal que adolece al mundo. Pues sintiendo esa inundación de dicha no queda hueco para la ira. Y la que queda, se va apaciguando, madurando en sarcasmo e ironía más mascada y fina, sutil y de gente educada. (Y blablabla)

Sí que es, sin embargo, una  droga adictiva encajar de esta manera. Que lleva a la necesidad de desbordarse de manera que las finuras y el recato, cuando no van nada con una, queden apartadas a un lado cuando de ponérsela bien dura al hombre que te gusta se trata. Y para eso nada como desear como nunca antes tenerlo en tu boca. Y sabérselo contar. A distancia. Pero mucho mejor en persona.
Que sepa hasta dónde encaja tu deseo y su miembro en tu garganta. Que nadie jamás se haya comportado así de perra por su semen y se lo haya demostrado con verdadera devoción. Hasta encontrarte a ti.

Encaje negro, pezones erectos, piernas de bailarina, espasmos de cadera, descarga y contracción en el coño. Lúbrica, dispuesta, ingenua y mimosa. Todo ello y también encajar. Estar pensando en ese sofá como muro contra el horror de fuera, bálsamo del temor a un futuro incierto, con la terrible pandemia formando ya parte de nuestras vidas. Encaje...

El sufrimiento de los Nadie, más que de nadie y como siempre...


"Encaje sus cosas, loca de la isla lunar". Es tiempo...

27 oct 2020

Terminal.

Botines y cholas. El único olvido reseñable pero a la vez sin importancia. Al hacer el mínimo equipaje, con unos nervios incomparables a ninguno de los vividos antaño, al volar.

Este vuelo tenía tal carga emocional contenida que solo pensé en meter muchas bragas, un pijama tupido o un jersey, un vestido, jeans y unas camisetas. Las pantuflas de perretes que me regaló mi hermana por mi cumple. Algo de lencería con encaje negro. El neceser de aseo. Unas cholas, para la ducha o estar por casa, siempre llevo. Y las botas calzadas, los botines de tacón, a la ida.

"Me costaba contener los suspiros en alto, mientras esperaba la valija de mano que tuve que facturar por el COVID-19" .

Y en medio de una de las noches de ternura y lascivia, entre follada y caricias, ese atrevimiento de él de sacarle los colores:

<< "Amor, me hiciste taparme la cara con las dos manos, como una niña, emocionada y ruborizada, a la vez que cachonda, porque me abrazaste entre risas mientras decías:

"Y cuando venías caminando, te vi a través de los cristales, haciendo como que no me habías visto..." >>

Cómo puedes conocerme así, de dónde has salido, mi Rey. Yo ya sabemos que salgo de tus "sueños", soy esa mujer que susurra en tu mente, "en tono bajo y sensual". La que no quiere dejarte "con ganas de amar".

Terminal de amor, he vuelto a los últimos pasos en la isla que me heló. Ahora quiero amarrarme a la vida voluptuosa que me ofrecen tus labios. Tanto, tanto, tanto. Que nos queda.

Como los tacones, y otras tantas cosas. que son olvidos reseñables pero a la vez sin importancia, en este puzzle de piezas y matices en que todo encaja. 

Ella llegó a la terminal, se besaron en cuanto pudieron no ser observados, la primera maravilla es esa, desear igual una boca y ser feliz y cómplice al probar su sabor. Sin olvidar el contexto y las circunstancias, de esta historia, que exigen respeto y prudencia, por las vidas humanas perdidas.

De camino a desnudarse y amarse entre piel ardiente de deseo, un trayecto en carretera como de ir aún volando en Boeing.  No saber si creer que es posible que algo así suceda. Desde el minuto uno. Pero del día del mensaje directo del Previo, un martes 15 de septiembre...





13 oct 2020

Vanidad


Dos personas importantes, de varias que he conocido en el antro, porque no me olvido de mi niña M. ni tampoco de mi chileno amado, con el que seguro estaría más que feliz, hace tiempo, si no estuviéramos tan lejos y con una pandemia de por medio agravándolo todo. Más por su lado, que está expuesto y en riesgo, y lo pienso a diario.

Hay un quinto, con el que he compartido buenos momentos y que ha procedido de la misma manera que mi okupa actual de la patata. Pero es opaco. K: sabes que así no llegas a nada conmigo, por mucho que quieras bajar a comerte algo, y decida yo el qué.

Pero mi duda y el momento en el que hace unos minutos me he inspirado a través del título de la entrada, es para esas dos personas, las importantes. Qué clase de miedos, qué prejuicios, espejos, borrascas pasadas han influído en esa vanidad pueril, siendo los más maduros. Sí. Vanidad pueril es la expresión adecuada. La de niños grandes que hace mucho tiempo no se sienten admirados y tienden a pensar que tu amor grande para dar no es lo normal, sino el cariño pequeño al que están acostumbrados. Esos cariños pequeños que se suponen profundos, amistades muy auténticas, etcétera, pero que no lo son. Muy al contrario son amores superficiales, de equipo suplente. Son esos que hacen creer que su incapacidad es normal y que la capacidad de amar sin destrozar es locura, falta de sensatez, imprudencia...
La capacidad grande de amar es lo contrario de "perder la chaveta" tal y como lo entendéis vosotros los de las santas y santos intocables, siendo ateos, para más INRI. Es lo contrario a derribar muros y destrozar hogares, de manera literal, esto último. Pero sí. Algo sí destroza un amor grande y leal: los esquemas del vanidoso madurito que cree que harías daño a otros por él, cuando no se lo merece.

Estamos llegando a un punto de inflexión. Pero os sigo amando. No se puede dejar de hacer, aún con rabia, cuando se hace como yo. Así, de pronto, por dos o tres niñerías de viejos ñoños.

12 oct 2020

Previo.

Amalgama. 

Cualidades, también defectos. Transparencia. Valentía, claridad y sinceridad.

Que si sabe que yo iba a responder en positivo, me habría entrado de otra manera...

<<Oh, no, corazón... Cuando ya tropezaste más de una vez en la piedra de lo sutil, del avatar que se quiere pintar, de la mujer santa a venerar, pero que jamás será el tipo de mujer que anhelan, del otro que te dice que tienes el guapo subido hoy y al momento siguiente te dice que tiene un marrón que solucionar y que no puede quedarse para hablar de lo que había prometido...>>

Mentiras y mentiras para la mujer especial, la central de sus vidas, con la que no intercambian fotos de sus penes erectos pero que son veneradas mientras tú les zorreas a ellos. Porque las fotos a sus pollas son involuntarias, les pusieron una pistola en el pecho para ponérsela gorda. 

Y él pensando que es peor ir a decirte: "Hola, me gusta esto, ¿te hace?".

Invitación. Voy y estalqueo, claro, a ver quién se ha atrevido a venir así, con sonrisa ya en la boca. Me gusta, me pone, "¡así es como se hace, coño, ya era hora!". Año y medio zorreando en el antro y encontrar tipos que hacen follow para que se lo devuelvas y después de clavarte el DM, te dejan de seguir porque te metes duro contra los de su cuerda ideológica. Y se lo dices: "Oye, que no sé si habrá sido el trasto este de app, pero que no me sigues". Y él: "Ah, jajajaja pues es cierto, yo no he sido...". Al cabo de unos días sigue sin seguirte pero tiene el escroto de tal tamaño por la retención, que te viene otra vez a zorrear por DM y le tienes que decir: "Pero que no me sigues, ¿te avergüenza? ¿Pos pa qué vienes a ver si me la clavas?"
Y así, un aburrimiento de tíos serio. A dos les dices que te has pillado y acojonados que se creen ya Michael Douglas, los flipados...

Que dices tú, quizá, persona que lee: <<Tía, vaya entrada más poco romántica que te estás marcando para el que es TU REY de copas, de oros, de bastos etecé "rait nau in yor jart">> 

Pues os equivocáis. No hay nada más sexy y romántico que venir a decirte: "Quiero ponerte cachonda, ¿puedo intentarlo? ¿Quieres?". Decir "SÍ", porque te lo han preguntado sinceramente pero con respeto, sin imponer nada ni ir de guay, y resultar una de las mejores ocasiones de sexo virtual en meses. Flashazo. Yo, alucinandísimo: "Oye, por favor, eres Anonymous y me da repeluco, ¿puedo ver tu cara?"; y él: "Sí, claro". Flashazo otra vez. Valiente. Al parecer piensa, MUY ACERTADAMENTE, que: "sin rodeos, quiere verme, se ha corrido conmigo, y esto es lo que hay, así que ¡va!". La envía. "Esto no puede ser," pienso yo... Es muy guapo.
Despedida agradable, no es pesado, es amable y está contento, agradecido por la atención recíproca.

Transcurre el día, después de la tórrida madrugada. Tantas sorpresas que aún me deparaba.

Estoy amando como nunca. Y no me urge porque lo adoro en mi mente, esté donde esté. Haga lo que haga. 


Y en unos días, estas letras que le dedico, dejarán de ser previas. Ni días. Son 85 horas.






Carta Magna.

 11-12*05*2019 

DECLARACIONES DE AMOR 

Vale. He ordenado un poco mis ideas, estaba ahora con mis puchus de tuiter y me encuentro más animada para enfrentarme a esto ya. Cuando termine de escribir esto, volveré a bloquear el WhatsApp y borraré tu número de mi agenda. Es mejor así. No habrá tentaciones, Prefiero dejar esta única vía abierta, PERO, dependiendo de tu reacción a esto que te voy a explicar, borraré también el chat de DMs para zanjar del todo. Y que no tengas ninguna duda de que esto no es una pataleta de “llamo la atención para salirme con la mía”, porque ya te dije que no estoy desesperada. En el sentido de que tengo ramillete de opciones para rehacer mi vida. Y cerca. Y ahora puedo, porque estoy en proceso de romper mi relación conyugal y está hablada nuestra libertad en ese aspecto. Y yo no quiero estar con alguien que me complique la vida. ¿Que me he enamorado? Sí. Como tantas otras veces en la vida. Tampoco para mí el padre de mis hijas era el primero en ese aspecto. A ti no te he tocado. Aún estoy a tiempo de salir del lío.

Yo no te pedía nada. No es justo cómo me hablaste ayer, que si no te salpicara con mi mierda si me estaba comiendo la cabeza, fue el sonido de sirena. Ahí dije: "Cuidado, Momo". Porque eras tú quien estaba salpicando mierda en mí y mi estado emocional completamente lógico, después de la bomba de que ella te dio un susto hace poco tiempo. Y yo ni puta idea de eso. Te garantizo que si lo , ni de broma me pajeo contigo. Porque yo el feminismo lo llevo a cabo en la vida real. Ayer dudaba de si hubiera caído o no en tu red. Pero hoy no lo dudo. Y menos cuando es súper insensible por tu parte, sabiendo como sabes que tomo antidepresivos y tengo ansiedad. Esto no es para darte lástima en absoluto, porque para mí decírtelo es una prueba de mi dignidad como persona, que mi salud es más maltrecha que la de ella y tengo todavía más vida por delante que dejar arreglada. Como ya te dije una vez, no te haces idea de mis problemas ni remotamente. No podemos estar juntos, porque los tuyos también son de suficiente calado como para que no te controles e insinúes que me quejo de vicio aunque tú creas que eres muy gracioso y que yo me la agarro con papel de fumar. Está todo claro entre tú y yo desde el principio: yo me pillé, tú no y puedes desear a alguien de la manera que yo te he deseado a ti, sin sentir, y yo lo acepté. Pero no me pidas que reprima mis sentimientos. No te cuento mi vida porque vivo el momento cuando estoy contigo. Te doy los detalles mínimos para el momento, para quedar, para compartir. No te doy los demás detalles. Muchos están ahí, soy transparente, ya te lo dije. Si quieres lees, igual que hacen los demás para conocerme. Tú me cuentas tu vida, tío. No cuadra. No me la cuentes. Si pretendes que no me pille, cuenta lo imprescindible. Como antes: "puedo, no puedo, luego en 3 horas..." No. Yo no soy tu paño de lágrimas si solo quieres sexo, tío. Olvídate. Es completamente lógico en una situación así. Cuando ocurrió lo anterior, (lo de “¿en qué puto mundo vives?”) también te pusiste en plan chungo, con aquello de "no te equivoques" y tal. Todavía no entiendo esa frase. No sé qué querías decir con ella. Ni a qué te referías. Y ayer que si tú no eres un hijo de puta... mira tío, en ningún momento dije eso. Mira a ver tus movidas raras por tu lado, también, porque decirte "no soy esa clase de zorra, de qué vas" en un contexto en el que te está extrañando que yo esté jodida por descubrir que una persona está enferma... no sé. Zorra como mala persona no soy, ya te lo digo, que es lo que significa la palabra en esa frase. Y el "¿de qué vas?" es una expresión muy común en Castilla, nada agresiva. Vives ahí, tú mismo. Yo la utilicé porque me dolió que pensaras que soy una persona tan fría como para que me dejes horas pendiente de una conversación postergada, (no sé si recuerdas que lo grabaste en un audio y te dije que me estaba encontrando mal que tenía que procesar) acerca del alcance de la enfermedad, [ Y cuando yo también estaba con pruebas diagnósticas, en el momento de conocerle. Aclaración añadida con posterioridad, para compensar el contexto, que queda cojo al eliminar expresiones que puedan vulnerar intimidades de terceros, en fecha 12/10/2020]. Eres muy insensible. Mucho. Y después decirme que si me como la cabeza que no te salpique mi mierda. Cuando es mierda tuya, la que me ha salpicado. Y ya. No quiero ir más allá. Si te intereso, volverás a seguirme y tendrás otra actitud conmigo. Al fin y al cabo no me conocías de nada cuando todo ha empezado. Aunque eso es obvio que te convenía, con tus experiencias anteriores. Y nada, que tú sé como tengas que ser, que yo haré lo propio, y no me puedo embarcar en algo que me va a dañar y lo veo tan claro tan pronto. No quiero escuchar tu voz, vaya por delante, no quiero flaquear. Obvio que no paso de ti, pero soy dura, he pasado mucho en esta vida. Iré a Burgos. Ya sin prisas. Cuando mejor me cuadre, las cosas que tengo pendientes ahí siguen. Es cosa del legado de mi madre. Si no te duele demasiado mi sinceridad y esto no acaba cerrándose el chat, te avisaré. No quiero dejar pasar la oportunidad de estar unas horas contigo en persona. Pero por mi bienestar emocional, por mis hijas y, sobre todo, mi amor propio, no quiero continuar con esto, porque yo no te he dado ningún problema ni te lo habría dado, de haber sabido comunicarnos. Pero en tu manera de hablarme, no encuentro la calidez de quien no piensa que tiene un PROBLEMA, sino una amiga especial. Creo que no olvidé nada importante. Te tendré en el recuerdo, Nadie, si esto fuera un adiós. Beso. Cuidate.