<<En la luna la lunática lúcida que vive en la isla lunar. En la luna, desde lo alto. Desconfiando hasta de su sombra. Se ahueca un cratercito, un soco entre la vid, y se acurruca, asomando sólo un ojo y una oreja de soplillo...>>
30 dic 2019
En la luna.
28 dic 2019
Carta Cero.
Once días desde que tomé este camino del que no estoy nada segura, a pesar de verlo como lo correcto, lo conveniente, lo responsable... la vía del menor sufrimiento causado. Pero en cantidad, nunca será así en calidad, porque mi dolor es tan hondo como el deseo que haces nacer en mis entrañas.
Un día ya te lo dije, que sentía siempre haberme sido negada la libertad. Una vez la tuve. Y la dejé escapar por amar a mi captor. Por no ser fiel a mí misma. Y hoy que tengo claro que quiero ser libre de amarte, vos no lo eres para dejarte querer por mí, tal y como si tuvieras precaución con las brasas. Qué va. Me engaño. No soy ni seré libre, porque mi modo de ser hace que me sienta mal si los demás se hieren con mis palabras y actos. Aún cuando actúo dominada por el rencor y la ira, siendo muy posible que el destinatario lo merezca incluso, yo me siento mierda. Así que sí: mi miedo sigue siendo que me hieras y yo te salte a la yugular.
Anoche te hablé para avisarte de que empezaría, desde que me pusiera,-(y ya lo he hecho: bien, Evita, bien)- a juntarte letras. Y estoy tecleando entre lágrimas, dejando casi que las ideas pasen a los dedos y los dedos presionen los caracteres en el portátil, apareciendo enfrente de mí las palabras, las frases, los párrafos, dentro de una caja de texto virtual.
Sigues lejos, siempre necesito recordar tus palabras dulces, las veces que me dijiste linda o que te gustaban mis manos, para no pensar que no es solo el mar y los kilómetros de tierra lo que nos distancia, que lo que sucede es que no me añoras como yo quisiera, en cuerpo y alma. Que me engaño cuando pretendo que esto es un ejercicio de literatura extraño, que nació de una pasión extraña, de una niña grande que tal vez lo que está es harta y tiene rabia de aplazar y también es egoísta, como todos los demás. También quiero esa adolescencia despreocupada y jovial. La que me truncó la enfermedad, la de mi mami. Así me olvido de mi posible locura, que tú, en tus momentos para colmo más cercanos conmigo, me recuerdas siempre. Hasta la imagen de carnaval: "reloca", que adoro recordar...
Nunca me hiciste llegar nada. Eso me obsesiona, también. Primero me muestras a tu modo que has pensado en mi... y hoy no sé aún qué pasó con aquello. Por qué nunca llegó nada. Ni tampoco me dibujaste, ni me abrazaste. Amor, cómo podré olvidar que me dijeras que me querías sentir latir contigo adentro de mi. Es que me has confundido y no puedo soportar ya más. No quiero regatear.
También esa necesidad de hacerme la sorda e instalarme en el cinismo sea porque no me soporto a mi misma. Porque veo que hace tiempo que no estoy enamorada del padre de mis hijas, porque me siento culpable de haber encontrado cartas de 2015 ya triste y meditabunda. Yo contaba dos, tres años a lo sumo. No fuiste tú. Y sí fuiste. Pero no sé por qué en este momento tan malo y no antes, te encontré. Esa es la mierda grande. La caída libre en la que está este corazón maltrecho que maldice una y otra vez mi mala fortuna y estampa, mi carácter devastador y mi orgullo, cuanto más desearía reprimirlo, como durante tanto tiempo he venido haciendo, cada vez con más desatino y flojera mental.
Ahora me falta pensar si todo lo voy guardando o te voy mostrando. Ya veré.
Quiero que no me pase que me marchito sin vivir esto, pienso en mi madre también sin remedio. En una historia suya, que viví en primera persona y se me quedó grabada. De reencuentro fugaz en una cafetería con un amor de juventud, que ella siempre recordaba con cariño, estando embarazada, con seis meses de barriga de mi hermana pequeña. Se habían visto en otras ocasiones pero hacía muchos años desde la última vez. Y estaba conmigo ese día, que presencié cómo se saludaron y le escuché a él decirle que le sentaba bien el embarazo, a pesar de la sorpresa. Esa melancolía de mi madre. Ese aire trágico entre ellos... no quiero marchitarme como ella, se lo debo: no caer en la apatía. Ser más feliz y más longeva que ella. En 2020 superaré la franja temporal de llevar más años sin ella que con ella. Y aún no siento cerrado y hecho completamente el duelo.
No quiero regatear, te quiero amar y no entiendo el amor sin el deseo, esto que siento hierve en mí. Tú llámalo como desees. Pero guardémoslo para nosotros, vida.
27 dic 2019
Cartas sin destino, letras para nadie (XIII).
<<La diferencia era la piel gélida. Aquella bailarina bailaba con todos pero solo unos pocos encendían su candil y únicamente uno prendió la llama eterna... >>
No hay letras. Al menos no hay más metáforas para esta misiva que pretende ser de cierre. Confieso que no sé si voy a ser capaz, desde ya, desde este primer párrafo. Pero lo que cuenta es la intención, en este caso, porque no es nada fácil tomar esta decisión.
<<Estoy herida. Soy sincera. No quiero sufrir más, ya no me expondré a tus rayos más, mi amor>>.
14 dic 2019
Cartas sin destino, letras para nadie (XII)
No todo estaba mal, qué va, para nada. Sólo echar un poco la vista atrás a los momentos felices me ha hecho recordar la ternura inmensa que invadió el pecho y que hizo florecer la vida, otra vez. Una señora Gran Mamba Negra nos dejó paso a las mambitas verdes, de la tunera y el cardón.
No mezclar. Maridar.
Y amar más porque el que sucede respeta el camino andado y a quien amaste antes, es una bonita manera de pasar a los segundos.
Vino dulce como nuestro amor
cura las penas de mi corazón.
Vino profano como tú y yo
ahoga mi conciencia con tu bendición.
Estoy dispuesto a recuperar el tiempo que perdí,
que esta vida oxida los resorte de mi corazón.
Vino dulce como nuestro amor,
estoy fuera de lugar;
vino dulce como nuestro amor,
pero me voy a quedar junto a ti.
VINO DULCE |'ASTRONOMÍA RAZONABLE' 1993 |el último de la fila
Suave descenso, hacia el valle.
Subida en lo alto del cerro. Meses aislada, alejada del mundanal ruido. Y sin embargo, esa soy yo. La que se aleja del mundanal ruido, del estruendo de los conflictos vitales que llegan de la mano de la tragedia y la desgracia.
Que te sea tan conocido el horror del desencuentro, que te brote el cinismo a borbotones cuando te intentan explicar desde fuera lo que ha pasado en uno en el que estás inmersa. La osadía de la ignorancia, los prejuicios mas zafios y pueriles, el ego propio pugnando por ganar voz ante otros ajenos.
Y lo que es peor: la carga de frustración que eso me genera, por ver el sufrimiento previo, advertir y que nadie haga caso. Me como la imagen por duplicado y luego me entristezco. Bebo drama. Digo: "se van a enterar", con afán de resarcimiento, no venganza, nunca, porque sé las consecuencias funestas y nunca en mi vida ha sido esa la opción en un cruce. Cagarla, sí, mucho. Pero no por caer en la bajeza de la venganza. La diferencia está en los objetivos marcados, aún a pesar de los medios, que, eso sí, reconozco de antemano que han de ser dudosos en su intención. Ahí radica el problema: éticamente no te encaja con tu manera de actuar y sabes que no te justifica. Lo que haces está mal. Solo que comprendes que es la única manera, rápida y más piadosa, de llegar a la meta. Sí, los grados. Lo que diferencia a unos de otros. Tanta afición al chute de moralina en vena que es la serie del súper-atraco a la Casa de la Moneda y resulta que aún no hemos comprendido la diferencia entre el profe y la poli.
La vida es ironía pura.
<<El amor es lo que inspira la metáfora...>>
<<Hay clavos queramos o no.
Hay clavos entre tú y yo.
Hay clavos bajo nuestros pies.
Hay clavos puestos del revés.
Y también
hay flores que al florecer
dan color, y al brillar
iluminan todo tan fuerte
que olvidas que hay clavos>>.
CLAVOS. ELEFANTES, 2005 'SOMOS NUBES BLANCAS'
9 dic 2019
Las manos de mi vida.
- ¡Jo! primo, la mano... ¡¡esa mano!! Hasta el filete me ha sabido a madre. Cuánto tiempo sin vernos pero sabía que eras tú...
- Sí que hace, sí, casi desde que falleció que no te veo... ¡cómo la echareis en falta en casa, que la echo yo...! ¿Qué tal estáis todos, bonita? ¿Y la peque?
Y MAMÁ CANTANDO "ME GUSTAS MUCHO", "JUNTOS", "SE ME ENAMORA EL ALMA", MIENTRAS LIMPIA LOS CRISTALES...
Ingredientes de la Tierra.
Observando los granos de un reloj de arena, caer y acumularse.
La composición granítica de una vida. O los ingredientes de una receta, junto con todas las variables y factores externos al producto, que la modifican, matizando -para bien y para mal, también-, el resultado de la fórmula original.
El origen rural, sencillo, de pobreza y humildad. De sacrificio.
También cuenta la conciencia de la intervención de la guerra y la dictadura franquista, por las represalias y el poder que de su mano adquirió la Iglesia católica en este país, -en cuyas garras cayeron no pocos menores desamparados-, en las vidas de mis familiares más directos. No con huellas tan profundas como el asesinato o la cárcel, pero hubo mella suficiente y consecuencias. Como en la de tantas otras personas, aún hoy sin recibir justicia y reparación.
De aquellos polvos estos lodos. Siempre he sabido de la responsabilidad de los que aún espero la Historia ponga en su lugar, como carniceros execrables que fueron, en la miseria y la situación dramática para algunos miembros de mi familia.
Los granos del reloj, que se acumulan. El frío recio de la meseta castellana. El cierzo, las heladas, el cielo gris oscuro y la calefacción central que otros no tienen.
<<Mamá en Laredo. Su bronceado y sus ojos torcidos haciendo muecas para provocar nuestra risa; La mala leche y el arrojo, su alegría y su tristeza. Su extroversión que me incomodaba, haciendo de mi una niña tan tímida, que desarrolló poco a poco aversión a ser el centro de atención y siéndolo, paradójicamente, en muchas ocasiones lanceada por los flashes a su pesar.>>
Al otro lado del charco el alisio, la luz que todo lo baña, suaves temperaturas y salitre, junto a la vega del volcán enigmático.
<<Vino y rosas. Tardes de amigos, de barbacoas y charlas. Olvido de lo dejado atrás pero no del todo. Yo ya era madre. La dejé atrás y no la parí. Pero la dejé atrás. Y cuando vino, asustada por lo que había hecho al estar perdida y sola, no la supe escuchar. Con mi enfado e indignación la eché de mi lado. Y se fue. Bien lejos se fue...>>
Yo era feliz y egoísta. Follaba y lloraba de felicidad, pensé verdaderamente que no acabaría tan rápido como acabó.
<<Y otra vez pasó y de nuevo volvió a mi vera. Pero cuando fui madre pariendo, volví a echar al ratoncillo♥ de mi lado, a los brazos de quien más daño la ha hecho. De todos. Por tiempo, por espacio, por chuparle más sangre y energía, que la debilitó. Ya pasó.>>
Y también, hace más de eso, el golpe de mi Silvi. Mi mejor amiga. Ahí y desde entonces, porque ya me lo enseñó la Pitu♥ en ese momento, entendí que estar enfermo mentalmente es una cosa y ser malo otra. Que existen ambas cosas y que pueden coexistir o no, pero son distintas cosas. Y dejé de justificar al malo enfermo y a la mala egoísta enferma también. Sigo pensando que era él el peor, pero su truculenta historia de celos se les fue tantísimo de las manos, que aún hoy perduran los efectos nocivos en terceros inocentes e ignorantes de sus enfermizos juegos.
Fue la primera persona de allí que perdí estando aquí, en la luna. En la isla lunar. Y no erré al echarla de mi lado, al contrario. Pero era de tal fortaleza el vínculo, fue tan dura la decepción, que estuve años lamentando lo sucedido y extrañándola. Fueron mis hijas, cómo no, las que mucho después, pasados seis años, me darían descanso con el tema de mi amiga del alma perdida.
Nacer ellas aquí. Todo lo que supone Lanzarote para mi es un puñado incesante de grava y canto rodado de la orilla. De colores. Del color de cada una de sus salvajes y únicas calas. Bello. Geología en movimiento, la dinámica del mar. Mi formación de Ciencias interrumpida. Una enumeración vaga de componentes y cristalitos en el mosaico de la vida.
<<Mi vida sin ella. Mi vida con ella. Mi vida con él. Mi vida sin él.>>
El viento enreda mis cabellos en la islita y si cierro los ojos me transporta. A la orilla del río Pisuerga. A Santoña a comer chopitos y sardinas, donde luego escapé un fin de semana a que me explotaran, el primer verano sin mamá. A los sitios donde trabajé, la gente que conocí, los hombres y mujeres que amé.
Los niños que perdí.
Todos los perros y gatos de mi vida, son muchísimos, cuento también los que conocía del barrio, del pueblo, los de la familia y amigos...
<<El periquito que mi hermano mayor trató de curar con un cuarto de aspirina, antes de que volviera mamá, y la palmó. Y le dio la aspirina porque lo notó temblando y resfriado después de sumergirlo para bañarlo. En fin, que nos la cargamos por matar al pobre pájaro. Tanto el brazo ejecutor como los cómplices curiosos y consentidores, que queríamos ver cómo acababa aquel rol play de veterinario que se estaba marcando el 'punki primogénito'. Y 'follow the lider'; hasta que llega la Agus de la pelu, claro...>>
7 dic 2019
Cartas sin destino, letras para nadie (XI).
Y canta, aferrando el último recital de vida el sentimental ruiseñor:
<<Mensajes de texto que no eran mejor que nada...>>
Y el vino del mejor escasea.
<<Lo que surgió entre nosotros habría surgido igual>>
6 dic 2019
Separada, soy materia inerte.
Aprendiste muy pronto a guardarte las cosas.La primera vez que te dio fuerte por un chico, ya se había enamorado de él primero tu mejor amiga. Desde entonces sabes también, de la existencia de personas para las que su propio reflejo en el espejo es más importante, por ejemplo, que la amistad de dos chicas, quienes, irremediablemente, quedarán marcadas y heridas, desde el paseo por sus vidas de estos narcisistas incurables..."
Saber que no siempre está cerca lo que te hace feliz o tener miedo de perder su cercanía, ese monstruo que te pisa los talones.
Que te mataría en vida.
No se repetirá, que esperen las hienas.
Ahora te toca. Sigue adelante.
Que alguien me recuerde,cuando me despierte...dónde deposité mi otra parte...que al alba encendidoy al calor perdidoseparado soy materia inerte...
separado soy materia inerte...separado soy materia inerte...
separada soy matera inerte | Autoterapia | Izal 2018
5 dic 2019
Cartas sin destino, letras para nadie (X).
<<UNA CORAZONADA FUE ESTA VEZ, LO PUSO EN RUTA, 'BYE-BYE'>>
<<UN KILLER RIFF EN SU CONTESTADOR...>>
Sueño que vienes. Sueño que regreso al mismo lugar pero esta vez te seco y no permito el desperdicio. El sobresalto, la exaltación de la niña indomable, ya los conoces un poco, el salto al vacío...
<<Es por ella y es por todas nosotras. Las mambitas y todas las demás, las que vendrán luego.>>
<<Quiero enredar mis dedos en tu cabello, besar tus ojos mientras nos fundimos. Eso quiero.>>
4 dic 2019
Despejado.
El mar como un plato; bruma fina en el horizonte, pero no opaca, no amarillea en el límite en que se une con el azul profundo del océano. No hay calima, pasó el temporal. Se llevó vidas, otra vez. Somos tan frágiles, insignificantes y efímeros en este Cosmos vivo, y a la vez cuánto dolor genera cada una de esas pérdidas. En sus cariños, en la senda de todos, buscando verdad y justicia. Reparación no hay, a eso.
Dormir y soñar. Eso estabas haciendo estos días, en los que las pasaste putas por la nueva adaptación a otra ayuda química externa, pero ha tenido su eficaz y beneficioso efecto. Si sueñas estás más centrada y lúcida. Dicho de manera vaga, sueñas porque al menos has dormido la cantidad suficiente para ello, así funcionas. Luego sueñas porque duermes.
Te sueña, sueñas.
-...
Despejado el pensamiento.
Las fechas venideras son la prueba de fuego.
Amar y resistir. Resistir y doler. "A los ciegos no le gustan los sordos".
A ralentí el motor, es un largo trayecto; "un corazón no se endurece porque sí"
3 dic 2019
Cartas sin destino, letras para nadie (IX).
<<Mucho vino mediocre, poco de añada excelente... muy escaso vino del mejor.>>
Tanto en el año de nacimiento de la benjamina como en el año de la marcha de la matriarca, diez años mediante, hubo una excelente cosecha de Ribera de Duero. No fue tan buena el año de nacimiento de las chinijas, obvio: ese año ellas abonaron el Malvasía del volcán conejero y les salió un caldo excelente, también, a los bodegueros de la Geria en la islita, al asomar las dos últimas pequeñas mambas por el rofe. No han sido nunca chiquitas, ni chiquitinas, sino chinijas. Y así serán por siempre, al menos aquí adentro.
<<¿Cuántos seres solitarios ciegos habrá de estos?>>
Ha de ser que, como con el vino, hay que catar más néctar para desarrollar el gusto por los que tienen más cuerpo.
<<Piensa que tengo buen paladar...>>
Y que me empalagan los crianzas y tengo lengua viperina.
Y seguir yendo a vendimiar, a celebrar regando con el zumo de dioses. Retomar, retornar.
<<Dos tintos reserva Ribera del Duero del tiempo, por favor.>>
O eso o...
Pan, vino y azúcar. Queso y vino. Uvas con queso, mi manjar favorito. Ella con sardina arenque y partido de fútbol en la radio.
1 dic 2019
Las penas con pan son menos.
¿La reciprocidad en los afectos es algo intangible y difícil de medir?
O, quizás, al contrario, ¿se puede saber el grado de implicación emocional de cada parte en una relación afectiva?
A menudo se dice que cada uno siente de una manera, con una intensidad el amor. ¿De qué depende esto? ¿De cómo nos relacionamos con las personas a lo largo de nuestra vida? ¿De cómo nos enseñaron a amar en función de un sistema de valores? ¿Y qué pasa cuando no te enseñaron a amar respetando los amores ajenos, sino a envidiarlos? ¿Qué sucede y pasa por la mente de quienes envidian una relación amorosa ajena hasta el punto de querer dañarla, destruyendo con ello a dos o más personas que se cobijan en eso tan bello que ellos no tienen?
No hablo de mi, hoy. Cavilo sobre cuestiones mundanas del amor en relación a una historia de la que no sé mucho ni tengo derecho a saber más, pero que un día me tocó tangencialmente. Y me entristeció mucho ese ocaso, a pesar de todo. No es como el mío. Yo descubrí, hace mucho tiempo que no me amaban ni de lejos, no ya como yo merecía, sino como necesitaba que lo hicieran. Ese es mi baremo del amor. Tengo claro que he sido una cobarde y me he negado la realidad de lo que me rodeaba. Por mi propia soberbia de no reconocer los errores en los últimos pasos dados juntos.
Esta otra historia creo que es de dos almas que se adoran y en la que los celos hicieron acto de aparición en la verja de la morada.
La tristeza perpetua.
Te ama y te amo. Son los otros.
Cartas sin destino, letras para nadie (VIII)
Sal de ahí, sabes de quién te puedes fiar y de quién no, en realidad. Hasta tus amigos ahí dentro están envueltos por los cantos de sirena que tú has silenciado con tus matemáticas cantarinas, que te dan una perspectiva más que suficiente de la jauría. Ya sabes que no dicen cosas lindas por la gestualidad, a qué darles el gusto de perder el equilibrio.
Y mientras tanto la vibra es que fuera está lo bueno, aunque haya sido refugio para tu soledad. Se convirtió en una rémora para tu bienestar en el momento en el que te comportaste de una manera decente. Los primeros desmarques de ciertos hábitos.
Ese era el mensaje.
Y el patrón en algunos antros se repite incesantemente. Estoy quizá de vuelta de esto porque conozco estos sitios como cliente, como colega del dueño, como curranta, como regenta, como borracha, como hermana/amiga del pasado de vueltas con las sustancias que la termina montando. Como varias de esas cosas juntas a la vez, incluso.
Una gourmet que huele eternamente mal, entre fogones y freiduría, que odia los menús con pretenciosos y kilométricos nombres de platos, para definir chicha, papa, salsa. 'Sabe más el diablo por viejo', joder, dejaos de bobadas y cocinad algo rico. Lo llamas "el plato putanesco" o como más ridículo te parezca o sencillo de comandar.
Pero no estafes el paladar y verás cómo lo vendes.
No engañes.