26 ago 2020

No estás.


Te has ido, no estás para mí. Punto de partida.

¿Idealizaste, niña tonta? ¿O verdaderamente ves ese fondo tapado, que no sale a flote por las capas de pavimentado nuevo de la vida?

Tantas cosas que le dirías al oído. Bonitas. Todas las que necesita saber, que al parecer nunca le dijeron o no habrá tenido oportunidad de escucharlas bien, porque no se las creyó.

Eres vos el alma herida, que juega a curar a otras, mientras escribe letras sentidas."¿Dónde estás? ¡¿Dónde tus letras, para enamorarme?!", le gritó. "¿Lo harás de nuevo, aquello que yo he visto?"

Candelita, en aquellos días tristes y arremolinados. Ella sigue en tu mente.♥

Confía en que te ha visto... te detectó.

La diabla, la mamba hija con las mambas nietas, no posturea en el antro. No utiliza la estima como arma arrojadiza. Simplemente es ella y va a su rollo. A decir verdad tolera mal a la mayoría de clientes del garito y es una antisocial sin remedio, en sitios así, porque sabe que salta a la defensiva y las consecuencias que acarrea el veneno que inocula.


Saltar al vacío.
Nadar hasta el rompeolas natural de lava,
donde los pejeverdes quedan a picotiar la roca intermareal.

Subir jurando en arameo, pues está picuda.
Los pies de secano y campo de Castilla están hechos a trigo, cebada y hierbas altas.

-Mis hijas, 
subiendo rápido y ágilmente,
no pierden el equilibrio porque tienen callo conejero.-

Y saltar al agua, llegada al medio del arco de la lengua de fuego,
a tres metros de profundidad en la marea, y bailar con los peces.
Que están de banquete de migas de pan, resabiados.

Candelita, notas de ayer tarde, en la playa.