7 jul 2021

Otros vendrán.

 A menudo me imagino al padre de mis hijas pensando con convencimiento: "Otros vendrán que bueno te harán". En este caso referido a él y a nuestra separación*, claro. 
La expresión es vieja conocida entre nosotros. La utilizaba el máximo lider de la ong jesuítica en la que mi ex colaboraba desde chaval, en la aldea. Y luego la hemos aplicado, entre nosotros, en conversaciones diversas acerca de situaciones del día a día, en la política, o en lo laboral, lo doméstico, etc., de modo jocoso. Ya saben: Zapatero se va de la SG del PSOE y mi ex, zapaterista como era, cuando yo me metía con Jozeluí, me espetaba: "Otros vendrán que bueno te harán". Era como la frase pachacha comodín: después, inevitablemente, había risas Y así es como solventábamos nuestras muchas y enriquecedoras diferencias. Con humor. Siempre. Hasta que dejó de funcionar, cosa que ha tardado en suceder, en honor a la verdad.

Tardó en desaparecer y realmente, cuando ya cierran poco a poco las heridas y estamos cada vez más centrados en el bienestar de las hijas, aunque aún haya mucho desequilibrio, que se le pase por la cabeza esto (de lo que estoy segura que hay quien fomentará que suceda) para mí resulta cómico. No porque los que han venido detrás sean mejores ni peores.  
Hoy es el día procedente para la publicación de esta entrada.
Una entrevista de trabajo. Una sentencia que pone fin a un largo recorrido, muy frecuentemente difícil y árido, durante el 2020 pandémico.
La realidad. ¿Cuál es? La de cada uno. Es subjetivo, no hay acuerdo posible
Sabe lo que pienso, nunca dije otra cosa que crudas verdades.
Se acabó lo que nunca debió empezar, si no hubiese cedido a aquél precioso anillo de madera de coco y ámbar que fue el de pedida, en febrero de 2011 y que se me perdió poco antes de descubrir el primer chasco, en una cena en el sitio que regenta el dueño del catering de nuestra boda. Con unas familias que nunca estuvieron avenidas. Con unas personas que ya no podrán erosionar nunca más mi amor propio. De uno y otro lado.

Las mambitas duermen al lado. Felicidad.

Con que varios me quieran follar y dejar volar mi imaginación, a la vez que estrecho lazos con personas que compran de mi fueguito, qué más quiero.

FIN.



*Pos post: Ratificado divorcio en fecha 2 de julio de 2021. 
Somos un equipo para lo demás.
No necesito comprobar lo buenos o buenas que pueden ser las personas que lleguen. Primero me amo yo amando a mis hijas y después se verá.

Sola estoy bien, me gusta y lo aprecio, para pensar con claridad.