<< Que si me gusta la música, dice... >>
Acaba de poner a reproducir su lista de favoritos. No iba a escribir, estaba editando fotos. Pero se ha acercado sorpresivamente, como tiene por costumbre, a hacer esa absurda pregunta. La enésima de intentar conversar para intimar más de lo que ella quiere hacerlo con él.
Cuántas veces en este mes, desde que empezaron con la obra, has pensado en tu padre, Momo. Cuántas veces has repetido, para tus adentros y en alto, estando sola mientras limpiabas, que os habíais muerto de hambre en la aldea si papá fuese como estos currantes. Sucios, jetas, invasivos, con exceso de confianza...
En ese punto la duda siempre es la diversidad cultural. Y como amas la sencillez y odias la doble cara, al final le terminas quitando la razón a ese pensamiento de rectitud moral judeocristofriki de la vieja Castilla. Para eso no viniste.
Aunque el tío sigue siendo repugnante. Te mira como otres lo hacen, pero en él el descaro te parece patético. Lo malo es que detectas algo sombrío. Eso que te hace sentir alivio porque las mambitas están fuera, lejos de esas zarpas.
Sabes que es muy grave lo que tu cabeza piensa y que no debe salir para afuera si no es con absoluta certeza de que el peligro acecha. Pero eres madre, ya está. Para siempre y de por vida ese recelo aparecerá cuando haya depredadores reales o potenciales en el entorno.
A tu vera las quieres tener, así te sientes más segura, feliz, relajada. Y aunque no siempre sea posible. Acostumbrarse a eso, bajar las revoluciones conscientemente, cuando se alejen del escudo protector de mami.
Escogido el compadre. Escogido el momento. Ni te planteabas el doble zigoto. La vida te las regaló, aún hoy no lo crees. Escogida la separación de los caminos... escogidas las vacaciones de verano separadas.
Hacia los cuarenta y cinco veranos, no ha habido noticias aún sobre lo que lleva tiempo angustiándote. Y con la larga espera, se ha apaciguado ya un poco la ansiedad, de nuevo. El trabajo, las decepciones humanas, la Flor también lejos...
<<Todo rueda y Roberto Pérez Toledo, presumiendo de diferencias en mi cabeza. Me enteré de su muerte el mismo día de la Gala de los Goya, de este 2022 y lloré a mares, por no haberlo sabido en el momento de él partir...>>
Tantas personas maravillosas que han nacido, crecido, se han desarrollado en este hábitat insular de las mambitas.
Y la sensualidad de esta isla está muy lejos de los modos de este tipo que tan mal trabaja.
<<Ya quisiera parecerse en el blanco de los ojos a mi padre, pero como profesional, aquí, en Castilla o en Madagascar...>>