...de serpiente.
<< SUEÑO CON SERPIENTES, CON SERPIENTES DE MAR
Con cierto mar, ay, de serpientes sueño yo...
Dejas atrás las escamas viejas, que caen, apareciendo las nuevas que crecieron debajo, entretanto.
Es necesario el cambio, la muda, cuando has terminado de crecer durante una etapa vital concreta. Los escudos de queratina están desgastados y hay heridas y parásitos de los que te has de librar, ya lo sabes, la lucha no cesa.
Reptar silenciosamente es lo que peor llevas, cuando se trata de acechar al que ha intentado cazarte y meterte en el saco.
Pero resulta que se te ha dado bien. El sigilo con lo que entra por tus oídos y que sabes que no debe salir de tu boca. Te ayuda ahora a distinguir cosas que no veías por la confusión noqueante del amor, y que ha destapado la terapia, como nube de humo que se disipa. De golpe y a bocajarro, sí, lo que ha sido duro y provoca unas fases depresivas muy jodidas de sobrellevar. Son las mambitas, las tres, las que te sostienen. Ahora lo sabes.
Y sabes más cosas sobre ti. Que te gusta ser serpiente en contraposición con lo que una y otra vez tratan de llevarte al huerto con que seas: La Eva del Génesis, madre de todos los hombres. Y en verdad Eva quiso saber y Eva siempre va a querer saber... lo que necesita ahora es ser serpiente que sisea la verdad del fruto prohibido.
La serpiente que te tienta a arriesgarte con ser expulsado del Paraíso Inventado.