4 ago 2021

Cuantitativo.

 Cuánto mal.

¿Cuánto eres capaz de soportar? Siempre habrá alguien que haya soportado más peso aún sobre sus hombros. Más dolor. Aún más. Mucho más. ¿Te vas a comparar? ¿Dónde está la línea que separa lo que ya no es admisible?

Tú la pones.

Buenismo. Qué mierda de palabra. Reaccionar verbalmente de modo agresivo y desagradable contra otra moral, quizá no mejor, sino tan solo más pura, más blanca. Más ingenua, inocente.

Pudrir esas almas a base de un sufijo manido.

Comunismo, Capitalismo, fascismo. La marea de bulos, de muertes apuntadas en los carros de cada banco. ¿Son los números, lo importante? ¿O quizá la capacidad de hacer el mal intrínseca del ser humano puede hacer que la balanza caiga del lado de la calidad?

Sin horizontalidad, con sociedades en las que la competencia y la mentalidad de líder se retroalimente mediante la adulación gremial, eso es imposible. Siempre habrá caldo para la secta entre movimientos humanos que sigan acríticamente a un líder.

A veces doy gracias a mi timidez, pues, dentro de mis defectos, considero el de la soberbia uno muy grave, que he de limar, día a día, y que es uno de los fallos garrafales de mis padres, pues tanto me quisieron que es la mayor muestra de autoestima que hay en mí: mi chulería. Y tengo amor odio con ella por eso mismo.

Pero la cuestión de dar gracias a mi introversión, que por momentos también me parece defecto e incluso patología, pues además depende mucho del contexto en el que me halle y de las personas que me rodeen, se debe a que de manera innata desde niña atraía a los demás como Gru a los minions. Tengo esa capacidad de liderazgo innata de mis hermanos y mi madre, también. Pero la reprimo. Porque, de nuevo la timidez, me ha convertido en una gran observadora en segundo plano.

El antro: eso ha sucedido ahí también de algún modo. Y también tengo allí rechazo a mi natural liderazgo, en algunos aspectos, porque allí lo he usado para hacer daño. Con la mala baba que dan los años, eso sí. Y por la rabia de ver que le van bien las cosas a "los malos" y peor a "los buenos". Siempre entre comillas, por supuesto. Porque conozco gente que se considera de izquierdas muy malvada. Y mentirosa.
Y lo contrario, también: gente de derechas que es un cacho de pan.
No, no hablo de que vayan corriendo a dar abrazos a la mala zorra de Monasterio. Sí de que no se le dice lumpen a la gente progresista menos "entendida" que ustedes de lo que les pasa y afecta a ellos.