7 sept 2021

Hondos afectos románticos. Memorias de Momo (VI).

 "Lindo cuello..."

"Esos lindos ojos tristes".

"Me gusta cómo me la pones..."

"Sentirte latir, latir juntos".

<<Me gustan tus manos. A mí las tuyas. Las mías son habilidosas...>>

"Escribe, claro, me gusta leerte..."

"No es tan metafórico..."

"Me tocaste el corazón..."; "Bueno, eso es lindo"

<<Me hice pupita, en el antro... me protegí, tapé mi morada" "Hiciste bien, cuando quieren joderte (blablabla expresión homófoba)" "Espera...¿lo entien...? ¡Lo entiendes!"; "Sí, claro que lo entiendo" Pero nunca explicó qué ni por qué entendía. Ni Momo dio detalle sobre lo que a ella le había ocurrido con un grupo de grajos malnacidos, ni Nadie contó qué era lo que sabía acerca de situaciones como la que ella acababa de experimentar, una defenestración pública en su bar de toda la vida.>>

"Sudas, me gusta...(mientras le acaricia la cara)" Ella le monta a horcajadas, frenética y callada, mirándole con los ojos muy abiertos... Esa cara de sorpresa de él."

"Estabas dulcito"

"Quiero hacerte correr"

<<Al amanecer. Y la confesión de una hipoacusia, y la fuerza bruta del hombre que desea poseer a la mujer que yace junto a él. Y se frustra porque este arrebato de cogerla por detrás tras susurrarle al oído, la ha puesto tan cachonda sin casi darle tiempo a abrir los ojos, que está como un río, y él no consigue hacerle la cuchara porque la verga se resbala entre tanta humedad de su coño, y se sale una y otra vez. Varias veces. Él se frustra; ella quiere calmarlo pero él se precipita a bajarse al pilón. Un gesto quizá algo brusco, para detenerlo. Ella no se siente segura, porque le ha bajado la regla inesperadamente. Cree que de las emociones lógicas de los últimos días, de la casi rajada la mañana anterior, antes de volar hacia él, y del trastorno hormonal que ese hombre le produce. Es puta electricidad. No quiere que se vaya aún más frustrado si por sus nervios ella no se corre. Le ama. Lo sabe desde el primer momento, Pero no, qué va. No se trata del primer cruce de miradas al atravesar el umbral de la puerta de aquella habitación de frío hotel de tránsito. No.

Ella lo sabe desde el primer día que se corrieron a distancia, por la forma de desearle. Nunca jamás a nadie así, en la vasta red de redes.>>

¿Por qué él y no otro, otra?

¿Por qué un desalmado de ese calibre rozando piel ajada por el dolor, con poca resistencia ya a las explosiones de ira? ¿No había otro modo de ver maravillosa la soledad? ¡Si Momo ya la ansiaba! 

Ve un intruso, una interposición que no estaba al inicio, en el manual de incidencias. La falta de control que supone caer en el amor, cuando hace años que sientes tu corazón helado, sin bombeo de fluidos. Ni de estremecerse la carne que fluye a más pulsaciones por minuto follando, ni de las emociones fuertes que dan los hondos afectos románticos.

"Roncas" "¿Si? Yo recuerdo mirarte dormir"

"Yo confirmé". "¿Qué confirmaste...? [asustado]" ...
"Que te amo. Me siento como una adolescente." "Te envidio"



<<Gracias, por aquellos pocos días de junio, en que acariciaba mi piel sintiendo tu olor y tacto, y solo eso me hacía feliz, por unos instantes.>>