27 dic 2021

La bailarina durmiente.

 Los fluidos a baja temperatura y el sistema de bombeo aletargado. Lento.

Cuando no baila, hiberna. Épocas de evasión de la realidad, radicales, de autoaislamiento y nieve. De fantasía en vena.

Fantasía con sesgo. Fantasía, pero sesgada. Filtrada por vivencias propias e ideas sobre lo correcto. La criba de la concepción personal del mundo en el que a cada uno le toca vivir. Unidimensional.

Sin baile y música se frena el bombeo emocional. Se enfría el deseo, del que la bailarina está presa. Puesto que no es lo mismo desearla que amarla. Y ella amó una vez entre fuego de la pura hoguera, pero no era lo correcto. Asumió el destierro y se adentró en la tundra, para renacer y solamente ya ser deseada.

Deja de desear y es como vivir sin salsa. Aunque a veces apetece la pura carne. Ese es el sexo animal, al que aboca el amor sin deseo. 

<<El que no te gusta nada. Mecánico para sentir los fluidos vitales recorrer las estancias que necesitan la sangre para no ser miembros muertos. Cuando la masturbación es autocastigo. Cuando un latido genital es atroz en soledad. Cuando tu corazón te ruega que recuperes el sentimiento de amarte, sin violar lo más íntimo de tu ser porque no fuiste suficientemente digna. Del olvido sin odio...>>

De la demostración de que el amor es el más poderoso, eficaz e incluso perverso remedio. Pues de la mano de él van el deber y lo correcto. Que duelen a veces tanto como iluminan los ojos de la prole, en equilibrio.

El dolor de las intersecciones en los caminos de la senda. Aún quema dentro, dejar atrás mientras sigues la luz de sus ojos. Que se alejan en sentido opuesto a los del Rey Vampiro, en el cruce.

<<En sus ojos está la verdad del amor. Siempre ha estado ahí. Dentro de pocas lunas la bailarina despertará a las mambitas. Para caminar a su lado y contarles que bailen mirando bien en los ojos. Y seguirá a su lado, para cuando se equivoquen y las hieran los zarpazos del silencio...>>


Y bailaremos. Y ya no seguirás soñando.